Asesor del mes Enero 2023 Rankia
Os presentamos a Guillermo Balmaseda, Director de Muncharaz Gestión de Patrimonios. Empezó su carrera en Banif. Más tarde estuvo trabajando durante seis años en Tressis como director de banca privada. En 2017 fundó Muncharaz Gestión de Patrimonios, entidad de asesoramiento financiero desde la que actualmente da servicio a sus clientes. Balmaseda es licenciado en Derecho y diplomado en asesoría jurídica de empresas. Además, cuenta con un master LLM, un MBA en el IE Business School y es miembro de EFPA.
¿Qué te hizo decidirte por el sector financiero? ¿Tenías alguna otra vocación?
Comencé mi vida laboral en un despacho de abogados. Estudié derecho con asesoría de empresas y me especialicé con un LLM en el Instituto de Empresa y empecé el doctorado en derecho. Pero en poco tiempo me di cuenta que el derecho me iba a ser muy útil, pero no quería dedicar mi vida profesional a él.
¿Cuáles son tus hobbies?
A parte de las aficiones más comunes, lo que más me gusta es pintar y escribir. Y últimamente voy metiendo algo de mano en la cocina, 4 o 5 cosas básicas que me encantan y que intento perfeccionar para deleite de familia y amigos.
¿Cómo ves el entorno macroeconómico actual?
Para mí la palabra es incierto. Creo que gran parte de la normalización depende de la estabilización de la inflación, y consecuencia de ello el nivel de tipos. Con eso, encontraremos un mercado de renta fija más “seguro”, y las empresas podrán despejar una incógnita para plantear sus estrategias y seguir generando riqueza. Como en toda incertidumbre puede haber oportunidades, hay fondos que llevan bajadas muy significativas. También hay que tener cautela, es seguro que el riesgo de encontrar defaults en algunas compañías aumenta.
¿Cómo deben orientar los inversores sus carteras en este entorno?
Para mí la primera medida es perfilar de nuevo a los clientes, valorar su nivel de tolerancia al riesgo en estas circunstancias. En renta fija, más allá de las duraciones que todos ya gestionamos el año pasado, diversificar más que lo habitual nos puede ayudar a que esos posibles impagos nos impacten menos. Y por el lado de la renta variable, hay grandes oportunidades tanto en value como en growth, ser selectivos en aquellos fondos cuyas participadas hayan hecho mejor los deberes y estén mejor preparadas para cuando soplen vientos mejores. No olvidar los alternativos que parece que va a ser un año muy importante para ellos y nos pueden ayudar a descorrelacionar las carteras.
Dónde aporta más valor un asesor financiero?
El trabajo del asesor debe ser versátil y tratar de aportar valor a cada cliente dependiendo de sus necesidades. Hay clientes con una opinión clara que necesitan contrastar ideas y una ejecución ágil. Hay clientes que necesitan una parte más técnica para entender mejor sus inversiones, las alternativas y el contexto de las mismas, otros necesitan un apoyo más psicológico para sobrellevar mejor momentos de incertidumbre, otros quieren información fiscal, otros una persona que coordine sus inversiones de varias entidades, etc. Al haber todo tipo de clientes, y además sus necesidades van variando, hay que estar bien preparados para aportar valor en todas las casuísticas.
¿Cómo es la relación con tus clientes en momentos de crisis en el mercado? ¿Cómo gestionas las emociones?
Yo soy una persona tranquila, creo que a medida que vivimos, ganamos perspectiva de los mercados, pero también en la parte personal. Mi labor suele ser primero asegurarme que los clientes tienen los productos adecuados a sus circunstancias y luego que esa parte financiera tiene sentido con la parte personal. En esta tarea hay una parte que no te enseña la universidad, ni la escuela de negocios, y que va en cada uno. Para mi es importante que el cliente te sienta cerca, pero no porque le llamas mucho o le envías mucha información, sino porque le entiendas bien.
Danos un ejemplo de fondo que hayas mantenido durante mucho tiempo en las carteras y el por qué.
Tengo muchos clientes con carteras que no llevan un servicio de gestión o de asesoramiento. Servicios más pasivos que requieren de fondos pensados a largo plazo. Para mí uno de esos fondos en los que confío desde hace más tiempo es el Olea Neutral. En un producto multi-activos con un track record muy extenso y con esa versatilidad que comentaba antes para que pueda ocupar una posición central en las carteras de esos clientes. Preserva capital y en mercados alcistas ha tenido años como el 2019 por encima del 15%.
¿Qué diferencias observas en la forma de invertir de las nuevas generaciones?
Generalizar siempre es errar, pero para mi los clientes más jóvenes tienen una aproximación distinta, los que son nativos digitales valoran más la confianza en los procesos que los clientes mayores y, sin embargo, no son tan dependientes de la parte personal como antiguamente. Hay un acceso a la información cada vez mayor, y los clientes más jóvenes pueden oír de primera mano a expertos del mercado, y comparar entidades con las que trabajar de manera muy rápida. La forma de trabajo es algo más fría pero también más eficiente, se fían más de la seguridad de Internet y son algo más desconfiados de las personas. Y por su edad lógicamente suelen tener menos miedos a la hora de asumir riesgo.
¿Cómo afecta la transformación digital a los asesores financieros?
Hay que estar al día, cada vez hay más herramientas y más posibilidades. Van desde los canales de comunicación hasta poder ofrecer nuevos y mejores servicios. El futuro de la banca privada dependerá de esos desarrollos. La posibilidad de trabajar desde cualquier parte, y ejecutar operaciones en cualquier entidad comprando y vendiendo cualquier producto es una realidad a la que hay que adaptarse.
Si tuvieras que definirte con una palabra, ¿cuál sería y por qué?
Si hay que decir una, vamos a decir una buena, pero sin pasarnos: confiable. Tengo buena oreja para escuchar a los clientes, lo disfruto. Y le doy mucha importancia a la palabra dada. Me gusta que los clientes confíen y necesito no decepcionarles.